H. Mabragaña, en su obra compuesta por 3 tomos, “Los Mensajes”, menciona el primer atisbo de difusión de la Argentina realizado en la última década del 1800 y principios del 1900, la creación de varias oficinas del información establecidas en Estados Unidos y Europa.
La primera de éstas fue especialmente preparada para la Exposición de Filadelfia, en los Estados Unidos, en 1886, y posteriormente para la Exposición Universal de París, donde la Argentina obtuvo 689 premios, entre los que figuran doce grandes diplomas de honor, setenta y siete medallas de oro y ciento sesenta y cinco de plata.
En estas muestras el país se presentó como uno de los primeros productores de lana y madera.
Parte de las colecciones exhibidas y gran variedad de los productos mostrados en la exposición fueron luego repartidos en todos los museos e instituciones industriales europeas. También se distribuyeron numerosas colecciones de libros descriptivos del país entre las principales bibliotecas del mundo, en los más notables establecimientos enseñanza y en las instituciones bancarias y comerciales de ambos continentes.
Así se difundía el país con el fin de conseguir colonias agrícolas en el interior, como posteriormente ocurrió.
Estas oficinas de información fueron instaladas en los Estados Unidos y en diferentes países europeos, entre ellos, París, Viena, Dinamarca, y España, donde predominaba el elemento agricultor, considerado el más importante para la industria de nuestro país.
La primera de éstas fue especialmente preparada para la Exposición de Filadelfia, en los Estados Unidos, en 1886, y posteriormente para la Exposición Universal de París, donde la Argentina obtuvo 689 premios, entre los que figuran doce grandes diplomas de honor, setenta y siete medallas de oro y ciento sesenta y cinco de plata.
En estas muestras el país se presentó como uno de los primeros productores de lana y madera.
Parte de las colecciones exhibidas y gran variedad de los productos mostrados en la exposición fueron luego repartidos en todos los museos e instituciones industriales europeas. También se distribuyeron numerosas colecciones de libros descriptivos del país entre las principales bibliotecas del mundo, en los más notables establecimientos enseñanza y en las instituciones bancarias y comerciales de ambos continentes.
Así se difundía el país con el fin de conseguir colonias agrícolas en el interior, como posteriormente ocurrió.
Estas oficinas de información fueron instaladas en los Estados Unidos y en diferentes países europeos, entre ellos, Paris, Viena, Dinamarca, y España, donde predominaba el elemento agricultor, considerado el más importante para la industria de nuestro país.
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